Nueva experiencia después de beber

Deseo compartir con ustedes, una experiencia nueva después de beber por años y  conducir con tragos.

Hace unos días estando con algunos amigos, luego de la cena mensual con los jubilachos, al darme cuenta de que era muy tarde hice algo que nunca antes había hecho: "agarré" un ómnibus que estaba, parado, en la esquina del bar y... me fui a casa.

Llegar sano y salvo a mi hogar en otro medio de transporte fue una agradable sorpresa, considerando, sobre todo, que nunca en mi vida había manejado un ómnibus.

Ahora no sé donde devolverlo y lo tengo estacionado frente a mi casa... porque no entra en mi garaje.

Espero sugerencias porque es la primera vez que me pasa.

Gracias,

El cartel

Dos borrachos que iban en un auto, caen a un precipicio y mueren. Camino al cielo, el que iba de pasajero le dice al otrora conductor:

• Boludo ¿no viste el cartel? 
• ¡No! El único que vi decía: FERNET BRANCA...
• Nooo... ¡Pelotudo!! Decía: 

FRENE BARRANCA

Carta de la abuela

Querido nieto:

El otro día, tuve una experiencia religiosa, muy buena, que quiero compartir contigo. Fui a la librería cristiana y allí encontré una calcomanía para el auto que decía: "TOCA LA BOCINA SI AMAS A DIOS".

Dado que había tenido un día muy malo, decidí comprarla y pegarla en el parachoques de mi coche. Al salir conduciendo, llegué a un cruce de dos avenidas que estaba muy complicado, con muchos vehículos. La temperatura exterior era de 37 grados y era la hora de salida de las oficinas. Allí me quedé parada, porque la luz estaba roja, pensando en el Señor y en todas las cosas buenas que nos ha dado. No me di cuenta que la luz se había puesto en verde, pero descubrí que muchos otros aman al Señor porque inmediatamente comenzaron a sonar las bocinas.

La persona que estaba detrás de mi auto era sin duda muy religiosa, ya que tocaba la bocina sin parar y gritaba:

"¡¡¡Dale, por el amor de Dios...!!!" 

Dirigidos por él, todos hacían sonar la bocina. Yo les sonreí y los saludaba con la mano a través de la ventanilla. Vi que otro muchacho me saludaba, de una manera muy particular, levantando sólo el dedo medio de la mano. Le pregunté a otro de mis nietos, que estaba conmigo, qué quería decir ese saludo. Me contestó que era "un saludo hawaiano" de buena suerte. Entonces yo saqué mi mano por la ventana y saludé a todos de la misma manera. Mi nieto se doblaba de la risa, supongo que por la bella experiencia Religiosa que estaba viviendo.

Dos hombres de un auto cercano se bajaron y comenzaron a caminar hacia mi coche, creo que para rezar conmigo o para preguntarme a qué templo voy. Pero en ese momento fue cuando vi que la luz estaba verde. Entonces, saludé a todos mis hermanos y hermanas y pasé el semáforo.

Después de cruzar, noté que el único auto que había podido pasar era el mío, ya que la luz volvió a ponerse en rojo, y me sentí triste de dejarlos allí después de todo el amor que habíamos compartido. Por lo tanto, paré el coche, me bajé, saludé a todos con el saludo hawaiano por última vez y me fui.

Ruego a Dios por todos esos buenos hombres y mujeres.

Besos,

Tu abuela

El de la capa verde

Un camionero va por la  carretera y, a lo lejos, ve un hombre con una capa roja.  El camionero se va aproximando hacia él, pero el de la capa no se  aparta. Le hace cambio de luces y nada que se mueva, así  que  el  camionero  pega un frenazo y queda a un  metro del  hombre. Baja del camión y el de la capa roja le dice:

• Soy el maricón de la capa roja. ¿Tienes algo de comer?

El camionero se le queda mirando y le dice:

• ¿Pero tú eres tonto o qué? ¿No ves que casi te atropello?

El camionero sube al camión y sigue por la carretera, cuando a lo lejos vuelve a ver a otro hombre con una capa blanca y lo mismo, le  empieza  a  hacer  luces  y  no  se  aparta. El camionero vuelve a   frenar bruscamente, baja del camión y el hombre de la capa blanca le dice:

• Soy el maricón de la capa blanca ¿tienes algo de beber?

El camionero le dice:

• Pero será posible con los maricones. ¿No ves que casi te atropello? Anda a huevear a otro lado.

El camionero, una vez más, sube al camión y prosigue su camino. Comienza  a  llover cuando, a lo lejos, vuelve a ver otro hombre, ahora, con una capa verde. Y otra vez  luces y nada, no  se aparta. Esta vez casi lo atropella, pega un  frenazo, en el último  momento, y queda a dos centímetros  del  hombre.  Se baja del camión con la mierda hirviendo y le dice:

• ¡Ya sé, vos soy el maricón de la capa verde! ¿Qué chucha querís conchetumare?

Y el hombre contesta:

• Pa' empezar... ¡Su licencia y los Documentos del vehículo!

Me voy caminando

Un señor, hace parar un taxi y le pregunta al chófer:

• ¿Cuanto me cobra por llevarme al aeropuerto?
• 50 pesos
• ¿Y las maletas?
• Se las llevo gratis
• Entonces me voy caminando usted, por favor, lleve las maletas.