Debido a que él era totalmente blanco, al igual que su esposa, le preguntó: ¿Pero cómo es posible que tengamos un hijo negro si yo soy blanco y vos también?
La esposa, muy tranquila respondió...
Verás, como no tenía leche tuve que buscarme una mamá de cuna para que amamantara al niño y como ella era negra, el niño se puso de ese color.
El Ingeniero, no muy convencido, decidió ir a consultarlo con su madre, a quien le contó la historia y la madre respondió:
¡Claro que puede ser! Fíjate, por ejemplo, en ti mismo, desde pequeño, cuando naciste, tuve una enfermedad que me impedía amamantarte y entonces te di leche de vaca y mirá, nada más...
Qué lindos CUERNOS te están saliendo.. ¡PELOTUDOOOO!