Era una muchacha tan, pero tan fea que no tenía forma de conseguir un novio. Decide, entonces, pedir ayuda a una vidente, quien le dice: Hija mía, en esta vida realmente no tendrás mucha suerte con el amor. Sin embargo, en la próxima vida la belleza física vendrá contigo y los hombres caerán vencidos a tus pies por "docenas".
La muchacha salió de allí bien contenta, pensando en su futuro. Mientras caminaba vio un puente en la autopista y se le ocurrió tirarse al vacío. Mientras más pronto acabara con su vida, más pronto comenzaría la próxima.
Cerró los ojos y se lanzó del puente, con tan mala suerte que cayó arriba de un camión de plátanos que pasaba por debajo y el golpe la desmayó.
Al rato despierta, atontada aún, sin abrir los ojos y creyendo que estaba en la otra vida. Empezó a tocar y sólo palpó plátanos por todos lados; y con una sonrisa en los labios exclamó:
Calma, calma, muchachos... ¡DE UNO EN UNO!