Ella pidió las cosas más caras de la carta: Trufas, Caviar, Langosta, Champán…
Y yo le pregunté: ¿Tu mamá te da de comer así de bien cuando estás en casa?.
"No", me respondió con franqueza... "Pero ella no espera que le dé las nalgas hoy en la noche".
Ante este comentario, no me quedó más que preguntarle:
¿Algún postrecito mi Reina?